Número de plazas
Su vehículo dispone de cinco plazas, dos en la parte delantera y tres en la trasera. Cada asiento dispone de un cinturón de seguridad automático de tres puntos de anclaje.
En algunas versiones, su vehículo está homologado solamente para cuatro plazas. Dos en la parte delantera y dos en la trasera.
ATENCIÓN
Testigo de control del cinturón
Se ilumina en rojo
El conductor o el acompañante no se han abrochado el cinturón de seguridad.
El testigo de control se ilumina para recordarle que se abroche el cinturón de seguridad.
Antes de poner el vehículo en marcha:
Colóquese bien el cinturón de seguridad.
Aconseje también a sus acompañantes que se pongan bien el cinturón de seguridad antes de iniciar la marcha.
Proteja a los niños utilizando un asiento especial adecuado a la altura y edad del niño.
Si al iniciar la marcha se superan los 25 km/h (15 mph) aprox. sin llevar abrochados los cinturones de seguridad o si estos se desabrochan durante la marcha, sonará una señal acústica durante algunos segundos. Adicionalmente parpadeará el testigo de advertencia .
El testigo se apagará cuando, con el encendido conectado, el conductor y el acompañante se abrochen el cinturón de seguridad.
La función protectora de los cinturones de seguridad
Fig. 76 Los conductores que lleven el cinturón de seguridad correctamente
abrochado no saldrán lanzados en caso de un frenazo brusco.
Los cinturones de seguridad bien puestos mantienen a los ocupantes en la posición correcta.
Ayudan, además, a evitar los movimientos descontrolados que pueden provocar heridas graves y reducen el peligro de salir despedido fuera del vehículo en caso de accidente.
Los ocupantes del vehículo que lleven los cinturones de seguridad bien puestos se beneficiarán en gran medida del hecho de que la energía cinética sea absorbida por los cinturones de seguridad. También la estructura de la parte delantera y otros componentes de la seguridad pasiva de su vehículo, por ejemplo, el sistema de airbags, garantizan una absorción de la energía cinética liberada. De este modo disminuye la energía cinética que se está liberando y, al mismo tiempo, el riesgo de resultar herido. Por este motivo hay que ponerse los cinturones antes de poner el vehículo en marcha, aunque sólo sea para realizar un trayecto corto.
Asegúrese también de que todos los pasajeros se han abrochado el cinturón. Las estadísticas relativas a los accidentes de circulación han demostrado que llevar puesto el cinturón de seguridad de forma correcta reduce considerablemente el riesgo de sufrir lesiones graves y aumentan las posibilidades de sobrevivir en caso de accidente. Los cinturones de seguridad bien puestos aumentan además el efecto protector de los airbags si se disparan en caso de accidente. Por este motivo, en la mayoría de los países es obligatorio utilizar los cinturones de seguridad.
Aunque su vehículo esté equipado con airbags, es obligatorio llevar bien puestos los cinturones de seguridad. Los airbags delanteros, por ejemplo, sólo se disparan en algunos casos de colisión frontal. No se disparan en caso de colisión frontal o lateral leve, colisión trasera, si vuelca el vehículo o en caso de accidente en el que no se rebase el valor de disparo del airbag prefijado en la unidad de control.
Por este motivo, el conductor y los ocupantes del vehículo tienen que colocarse correctamente el cinturón de seguridad antes de poner el vehículo en marcha.
Indicaciones de seguridad importantes para la utilización de los cinturones de seguridad
ATENCIÓN
Los cinturones de seguridad ofrecen la máxima protección sólo si se utilizan del modo correcto.
Los otros ocupantes del vehículo también deben llevarlo puesto siempre, pues de lo contrario podrían resultar heridos.
Accidentes frontales y las leyes físicas
Fig. 77 El conductor que no lleve puesto el cinturón de seguridad se verá
lanzado hacia delante.
Fig. 78 El ocupante del asiento trasero que no lleve puesto el cinturón
de seguridad se verá lanzado hacia adelante sobre el conductor que sí lleva el cinturón.
Es fácil explicar de qué modo actúan las leyes físicas en caso de accidente frontal: en cuanto un vehículo se pone en movimiento se origina, tanto en el vehículo como en los ocupantes del mismo, una energía denominada "energía cinética".
La magnitud de la "energía cinética" depende fundamentalmente de la velocidad, del peso del vehículo y de los ocupantes. Cuanto mayor sea la velocidad y el peso del vehículo mayor será la energía que deberá ser "absorbida" en caso de accidente.
No obstante, el factor más importante es la velocidad del vehículo. Por ejemplo, si la velocidad se duplica pasando de 25 km/h (15 mph) a 50 km/h (30 mph), la energía cinética correspondiente se cuadruplica.
Dado que los ocupantes del vehículo de nuestro ejemplo no llevan abrochado el cinturón de seguridad, en caso de colisión contra un muro toda la energía cinética de los ocupantes sólo será absorbida por dicho impacto.
Aun circulando a una velocidad comprendida entre 30 km/h (19 mph) y 50 km/h (30 mph), las fuerzas que actúan sobre el cuerpo en caso de accidente pueden superar con facilidad una tonelada (1.000 kg). Las fuerzas que actúan sobre su cuerpo aumentan cuanto mayor sea la velocidad a la que circule.
Los ocupantes del vehículo que no se hayan abrochado los cinturones de seguridad no están "unidos" al vehículo. En caso de colisión frontal, estas personas se desplazarán con la misma velocidad a la que circulaba el vehículo antes de la colisión. Este ejemplo es válido no sólo para colisiones frontales, sino también para todo tipo de accidentes.
Incluso circulando a poca velocidad, en caso de colisión actúan sobre el cuerpo fuerzas que no se pueden contrarrestar sólo con apoyarse en las manos. En caso de colisión frontal, los ocupantes del vehículo que no lleven puesto del cinturón de seguridad se verán lanzados de forma incontrolada hacia delante y se golpearán, por ejemplo, contra el volante, el tablero de instrumentos o el parabrisas fig. 77.
También es imprescindible que los ocupantes de los asientos traseros se abrochen el cinturón, ya que, en caso de accidente, se verían desplazados de un modo incontrolado por el habitáculo. Si un ocupante del asiento trasero no lleva el cinturón abrochado, no sólo se pone en peligro a sí mismo sino también a los ocupantes de los asientos delanteros fig. 78.